burnout en el trabajo

Burnout en el Trabajo: Cómo Ser Más Presente Cada Día

27 de September de 2025 por Dos Monsteras

¿Te has sentido al límite últimamente?

Si al ir a trabajar te invade el cansancio, la irritabilidad y la sensación de que cada día es más pesado que el anterior, podrías estar experimentando burnout en el trabajo. Es un estado de agotamiento emocional y físico que puede afectar tu bienestar personal, tu desempeño e incluso tus relaciones fuera de la oficina.

Por suerte, existen maneras de romper con este círculo de estrés y recuperar tu presencia diaria. A continuación, verás consejos prácticos e inmediatos para hacerle frente al agotamiento y volver a sentirte más conectado con tus acciones de cada día.

Por qué sucede el burnout en el trabajo

Este desgaste no suele ocurrir de la noche a la mañana. Poco a poco, las responsabilidades se acumulan, las expectativas crecen y la presión se mantiene constante. ¿Te suena familiar?

  • Falta de descansos: cuando tu rutina se centra solo en producir, tu mente no recarga energía.
  • Perfeccionismo desmedido: la búsqueda continua de resultados impecables genera tensión extra.
  • Límites difusos: responder correos fuera de horario o no desconectarte mentalmente mantiene el estrés latente.

El burnout en el trabajo no es solo “estar ocupado” o “tener muchos pendientes.” Es un estado de saturación que te roba la motivación y la capacidad de disfrutar incluso tus ratos libres.

Señales de alerta que no debes ignorar

Quizá te preguntes: “¿De verdad estoy en burnout o solo cansado?” Estas señales pueden ser indicadores claros de que necesitas un cambio urgente:

  • Dificultad para conciliar el sueño o descansar bien.
  • Falta de entusiasmo al iniciar el día laboral.
  • Dolor de cabeza o malestares físicos al pensar en el trabajo.
  • Irritabilidad frecuente, incluso ante situaciones pequeñas.
  • Sensación de desconexión o de que trabajas en piloto automático.

Si estos síntomas te resultan familiares, es importante que te detengas y revises tu estado mental y emocional. Tomar conciencia es el primer paso para mejorar.

Cómo practicar la atención plena en el día laboral

La atención plena, o mindfulness, consiste en enfocar tus sentidos y tu mente en el momento presente. Puede parecer difícil cuando el estrés toca a la puerta, pero con sencillas técnicas, irás notando cambios:

  1. Haz pausas conscientes: cada hora, detén lo que haces por 30 segundos. Respira profundamente, inhala y exhala. Ese mini-respiro te recuerda que hay un mundo más allá de la urgencia.
  2. Come sin distracciones: si es posible, deja el celular a un lado cuando almuerces. Saborea cada bocado y percibe los sabores con calma.
  3. Observa tu entorno: antes de iniciar un proyecto, nota el espacio donde estás. Fíjate en los ruidos, la luz y la temperatura. Este acto de concentración relaja tu mente.

Rutinas simples para frenar el agotamiento

Incorporar hábitos saludables a lo largo de la jornada laboral puede ayudarte a contrarrestar el burnout en el trabajo. No necesitas horas extras, tan solo elegir momentos clave:

  • Bebe agua con frecuencia y ten a mano una botella. Mantenerte hidratado influye en tu nivel de energía.
  • Aprovecha el descanso de mediodía para estirarte o dar un breve paseo, aunque sea dentro de la oficina.
  • Prueba una mini-meditación de dos minutos antes de empezar una reunión importante. Cierra los ojos y céntrate en la respiración.
  • Prioriza tareas: organiza tu día según la importancia y dificultad de los pendientes. Dedica tus primeras horas a lo más complejo, cuando tu mente está fresca.

Ejemplo de mini-meditación en la oficina

  1. Siéntate en tu silla con la espalda recta, pies firmes en el suelo.
  2. Cierra los ojos y respira lento, notando cómo se hincha tu abdomen.
  3. Exhala despacio, soltando tensiones del cuerpo.
  4. Repite el ciclo de inhalar-exhalar unas cinco veces y retoma tu actividad con una sensación de calma.

Mantén tu bienestar a largo plazo

A veces tomamos medidas puntuales, pero nos olvidamos de sostener esos cambios en el tiempo. Para cuidar tu salud mental y evitar recaer en el burnout, sé constante y amable contigo mismo:

  • Ajusta expectativas: no busques la perfección en cada cosa que haces. Permítete errores y aprendizajes.
  • Desconecta después del trabajo: intenta no responder correos fuera de horario. Aprovecha ese tiempo para hobbies, familia o amistades.
  • Comparte tu experiencia: hablar con colegas o amigos sobre tu proceso puede aliviar la sensación de estar “solo en esto.”
  • Busca ayuda profesional: si sientes que la situación te sobrepasa, un terapeuta o consejero especializado en estrés laboral puede orientarte.

Recuerda que ser más presente cada día no significa hacerlo todo perfecto, sino reconocer tus límites y darte pausas para respirar. El primer paso es darte cuenta de que mereces un equilibrio entre tu vida personal y tus responsabilidades profesionales. Luego, con técnicas simples de mindfulness y un compromiso contigo mismo, irás retomando las riendas de tu día a día. ¡Tú puedes!